 
				Javier Marías
				(Madrid, 1951-2022) fue escritor, traductor y editor. Autor, entre otras, de las novelas Mañana en la batalla piensa en mí (1994), Tu rostro mañana (tres volúmenes publicados en 2002, 2004 y 2007) y Tomás Nevinson (2021). Recibió premios como el Rómulo Gallegos en 1995, el José Donoso en 2008 y el Formentor en 2013. Fue miembro de la Real Academia de la Lengua.			
			
			Todas las farsantas son iguales
						He aquí una advertencia, amparada por una prueba irrefutable: estén prevenidos y sepan que todos, absolutamente todos los que van por ahí con la cantinela de "los ciudadanos y las…											
				
							Esas máquinas mágicas
						Se está hablando mucho de plagios literarios, de los llamados "negros", de los libros por encargo que no se espera que escriba la persona encargada, sino sólo que los…											
				
							Anda, quejío, quejío
						Hablé hace poco de un anuncio que me había indignado y que por lo tanto, y mientras no rectifiquen sus responsables, me ha hecho mirar a éstos con peores ojos que antes.…											
				
							De memoria locuaz leída
						Ahora sí ha terminado el siglo XX, y por tanto voy a permitirme hacer aquí mi lista de obras literarias fundamentales de estos cien años, contestando así, de paso,…											
				
							Más de media vida
						El 20 de noviembre se cumplieron veinticinco años de la muerte del dictador gallego Franco. Tenía yo entonces veinticuatro de edad y ahora cuento cuarenta y nueve, así que…											
				
							A la espera de los bombarderos
						Yo no sé qué esperan todavía. Las noticias sobre el inconmensurable poder de las redes de narcotráfico mundiales van cayendo día tras día, y,…											
				
							La moderna grosería
						Como sabrán los lectores más memoriosos, hacía años que venía esperando la liberalización del teléfono para que pudiéramos zafarnos…											
				
							El imperio de lo gili
						Acabo de ver confirmada una de las razones por las que, pese a las nuevas tecnologías, la celeridad, el abaratamiento, el acceso a lo inaccesible, la especialización y el trabajo…											
				
							El Maestro de los ojos de halcón
						No debería haberme sorprendido. Hace años escribí una novela, Corazón tan blanco, que trataba, entre otras cosas, del increíble secreto que para un hijo…											
				
							El reloj del nómada
						Ahora que, por fin, tras mucho amago anterior, me tomaré unas vacaciones, no puedo evitar levantar la vista y mirar hacia el horizonte. Lo malo es que descubro que cada vez hay menos…											
				
							Ya ves
						Ojalá no hiciera falta, si es que la hace. Ojalá la sociedad considerara indiferente su condición, y ellos mismos también. Por desgracia no es así, y prueba…											
				
							Heliodoro silba y fuma en pipa
						Hace ya años escribí sobre la ciudad de Soria, en la que transcurrieron bastantes veranos de mi infancia, so pretexto de las hazañas del Numancia en la Copa del Rey, por…											
				
							Me ha salido un karoshi
						En un reciente e interesante libro, El tiempo que vivimos y el reparto del trabajo, de Jáuregui, Egea y De la Puerta (Paidós), se me ha revelado que padezco un karoshi. Nunca lo…											
				
							Â Â O quizá artimaña
						Hace ya nada menos que quince años, durante una estancia como profesor en los Estados Unidos, reparé en dos detalles mínimos que me vienen de vez en cuando al recuerdo, al observar ciertos…											
				
							Dejarse engañar
						Me pregunto qué harían ustedes, teniendo en cuenta las blandas fechas. En el correo que cada mes me envía la Editorial Alfaguara, recibo hoy —cosa insólita, y…											
				
							El imperio de lo ñoño
						Ya en otras ocasiones he comentado lo artificial y racista que es intentar no ser racista en todas las circunstancias y hasta extremos ridículos. Quizá recuerden a un profesor…											
				
							Al servicio de la pasta
						Años atrás me ocupé del dificultoso asunto de la herencia —o no herencia— de los escritores. Por un lado, me parecía bien que las grandes obras…											
				
							Lo escrito en el tiempo
						He recibido una carta de un señor londinense de la que acaso no debería hablar para no resultar presuntuoso. Pero su preámbulo es tan sintomático de lo que ocurre…											
				
							Puritanas con piel de lobas
						Lo siento mucho, señoras y señoritas, damas en general, que tan a menudo se ocupan de su género en diferentes grados de veracidad, novedad y humor. Lo lamento por ustedes…											
				
							Contra las estadísticas
						CARTA DE MADRID Sostenes muy repartidos Uno de los motivos por los que nuestra época ofrece en conjunto un muy bajo nivel de razonamiento, capacidad argumentativa, intelección…											
				
							 
			 
						 
												 
												 
												 
												 
						