De manera harto misteriosa, en el artículo de Lelia Driben “Plataforma 2006” del número de enero, apareció un párrafo final que todos en la redacción estamos seguros de haber suprimido por ser un resto de una versión previa del mismo texto. La nota debería haber terminado en: “… es una sierra que amputa lo que toca, y obtiene enormes plusvalías con la anuencia inescrupulosa y especulativa del poder.” Nos disculpamos sentidamente con Lelia y los lectores. Por lo pronto, ya mandamos a exorcizar las computadoras y a los señores Enrigue y Puig. ~
Un poeta chino llamado Claude Roy
Un sábado de julio me senté en uno de los bancos de la Place Dauphine, esa plaza escondida en las entrañas del Quai de l’horloge que es el último rincón provinciano del viejo París. Unos…
Colombia: arte, comunidad y medio ambiente
Colombia es uno de los países con mayor número de prácticas artísticas de cuidado y compromiso con el territorio. Este texto repasa algunos de ellos.
Amores fantasmales
La foto, en la que están el gran actor Rex Harrison, admirable decidor del inglés, y la maravillosa y casi etérea Gene Tierney, corresponde a una de las auténticas aunque quizá no muy…
La tentación de la unidad
Durante siglos, se ha hablado del interés colectivo pensando en un solo grupo. Las políticas de la identidad pueden verse como una forma de garantizar que todas las voces participen en el debate.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES


