Celebro la visión de la Revolución mexicana que la revista proyectó en su anterior edición. Lejos de sumarse al festejo irreflexivo de una matanza (porque eso, ideologías aparte, es una revolución), se buscó un tema concreto: el de los extranjeros que visitaron nuestro país. En lo personal, muchos de estos personajes fueron nuevos para mí, y esa novedad siempre es positiva en medio del aburrimiento y la repetición de los actos oficiales. ~
¿Para qué conocerte si te leí?
En días recientes, y con contertulios variopintos, me he visto discutiendo un asunto que —la sombra de la FIL ya encima— vale la pena abordar aquí. ¿Tiene algún sentido intelectual asistir a…
Espectadores
En las exposiciones de arte contemporáneo suelen presenciarse las reacciones más diversas. Quizás –o eso sería lo deseable– haya tantas reacciones como…
La falla de santa Lana
Ya se sabe aunque no quiera recordárselo: ahí está la falla de san Andrés. Una cicatriz que nunca cicatriza en el rostro perfecto de California a lo largo de 1.300 kilómetros llegando hasta…
La espía a la que le mataban los gatos
Céline, colaboracionista nazi. Villon, asesino. Neruda, estalinista. ¿Por qué debería escandalizarnos que Elena Garro hubiera sido –si lo fue– una espía de Díaz Ordaz? Literariamente, por…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES