Hierven las papas. Entre nubes
de vapor lo veo, lo escucho
hablar con una suerte de retórica
mal estudiada pero convincente.
(Sonrío al pensar
en lo que diría Demóstenes,
mi vecino.)
Más allá de la imagen:
restos de cebolla,
un cuchillo, una tabla. Cuando dice
“la sola bondad lo puede todo”,
yo veo un desierto,
cadáveres entre palmeras,
una guerra perdida.
La visión se condensa cuando escucho
“la verdad es esto que os digo”.
Hierven las papas,
la luz parpadea y se apaga,
¡otra vez!
Limpio mi sudor
con el dorso de la mano;
preparo la sopa que comerán algunos,
añado un poco de sal.
Pero la visión se afirma en el aire. ~
La música callada de Ida Vitale
Ahora, mientras leo con atención, con momentos de irresistible fascinación, las prosas del exilio mexicano de Ida Vitale, Shakespeare Palace, me pregunto por la poeta uruguaya, a la vuelta de…
Todo bien siempre en tiempo real
Gracias a las redes sociales, el latigazo de dopamina es inmediato, en TIEMPO REAL: hermosa expresión que debería ser esculpida en el frontón de Wall Street y en todas las bolsas y mercados de…
Bergson, Einstein, Reyes
Para escribir un ensayo sobre José Vasconcelos en el que no diga lo que ya he dicho, una vez más me puse a estudiar a su filósofo de cabecera, Henri Bergson. Leí lo que pude en desorden:…
Tom Petty reflorece
La clave de la teoría aparece al final del texto que el experiodista de Rolling Stone y director de cine Cameron “Almost Famous” Crowe escribió para el cuadernillo de la antología póstuma The…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES