La distracción concentrada de los editores de Letras Libres se cebó, en nuestro número de abril (ll 88), contra el artista británico Damien Hirst y la reseña que María Minera publicó sobre él. La fecha de presentación de la pieza “The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living” fue 1991 y no “1992”. El tiburón contenido en el tanque de formaldehído medía seis y no “cuatro metros”, y el artista tiene 40 y no 41 años. El texto, además, llevaba una errata. Donde dice: “… y que sólo se podía seguir abusada de ella” debería haber dicho “… y que sólo se podía abusar de ella”. Para colmo, el llamado en portada a la nota de tan malos hados pregonaba “Demian Hirst” en lugar de Damien Hirst. Pedimos perdón al artista, a la Galería Hilario Galguera, a nuestra autora y al resto de la humanidad. ~
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