De manera harto misteriosa, en el artículo de Lelia Driben “Plataforma 2006” del número de enero, apareció un párrafo final que todos en la redacción estamos seguros de haber suprimido por ser un resto de una versión previa del mismo texto. La nota debería haber terminado en: “… es una sierra que amputa lo que toca, y obtiene enormes plusvalías con la anuencia inescrupulosa y especulativa del poder.” Nos disculpamos sentidamente con Lelia y los lectores. Por lo pronto, ya mandamos a exorcizar las computadoras y a los señores Enrigue y Puig. ~
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Lola Ancira (Querétaro, 1989) lee un cuento de su libro "Tusitala de óbitos".
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