Unitalla. La forma o el color
del dios o cielo alto importa menos
que el hecho de que existe,
en algún sitio y de algún modo, atento
al rezo apresurado, o haciendo suyo el óbolo
dejado por la viuda en el santuario. Un niño
—solo con sus terribles realidades— pide a gritos
un límite, un muro cálido
en cuyas piedras halle una respuesta,
aunque vaga.
 
Extraña, tanta extravagancia —¿quién necesita
esas deidades de dieciocho brazos,
esos santos mohosos
cuyos huesos y heridas nos ofenden,
esos pebetes perfumados, esas huríes, budas dorados,
libros dictados en detalle por Moroni?
Nosotros; necesitamos más mundos.
Éste fracasará. –— Versión de Julio Trujillo
Los Juegos Olímpicos y el comunismo
						Con un sofisticado sistema de entrenamiento y con un programa atlético que incluía a la clase obrera, la URSS se convirtió rápidamente en una potencia deportiva. En este ensayo exclusivo de…											
				
							Sobre el Tibet
						Señor director:     En el número 7 (febrero del 2005), el artículo principal “China: ¿Tigre de papel?” hace un interesante…											
				
							Palabra de deportado
						Un deportado no tiene la vida fácil en Tijuana. Como expulsado de Estados Unidos, conseguir trabajo en esta frontera, no es tarea sencilla y los call centers han dado un respiro. A second chance.											
				
							La RAE: limpia, decreta y da esplendor
						“Los extranjerismos y latinismos crudos (no adaptados) deben escribirse en cursiva”, decretó hace poco la Real Academia Española (RAE) en torno a la vigésima tercera edición (2014) del…											
				
							RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES
 
			 
						 
												 
												 
												 
												 
							


 
			 
						 
						 
						