Muchas de las acertadas observaciones de Zaid en “Inteligencia sin palabras” (Letras Libres, 111) son evidentes en personas que han sufrido derrames cerebrales. Yo he experimentado de primera mano cómo mi esposa y yo hemos desarrollado patrones de comunicación alternativos después de que ella sufrió un derrame cerebral que le afectó severamente el área del temporal izquierdo, donde se aloja el centro del habla. Ella, al no poder expresarse con palabras, desarrolló un sinnúmero de alternativas de comunicación. Lo difícil es cuando tiene que explicarme algo por teléfono y no puedo verla. Confío que con los avances recientes de los videoteléfonos resolvamos esto. ~
Con Vallejo en el D.F.
Fernando Vallejo, el escritor colombiano, se despide de la literatura. Esta noticia (no por lo repetida más segura) es casi lo primero que me canta al oído cuando me recibe en su…
Pasar la página
Tras el fallo inapelable y final de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deseamos pasar la página y reiteramos nuestra franca y abierta disposición para el debate de ideas.
Proa, nostalgia de lo moderno
Es sabido que nadie puede ser escritor sin antes haber sido lector. Lo que es menos sabido es que muchos escritores han caído tarde o temprano en la tentación de editar libros o revistas. Los…
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