Todavía no sé qué me propongo cuando escribo. Discúlpenme, pero hasta hoy ése es el resultado de mis pesquisas. Más bien diría que lo único que sé es lo que no quiero. Sí, de eso estoy seguro, o casi, aunque quizás no deberían hacerme ustedes mucho caso, pues cambio a menudo de opinión. Sé que la escritura no es un mal método para enterarme de cómo son los demás, pues escribir consiste tal vez en sentir compasión por ellos, en quererlos, en admirarlos de verdad y en celebrar sus aciertos. Puede que escribir consista en eso. Pero seguramente para conocer a mis contemporáneos prefiero la conversación y, sobre todo, la mirada. La mirada dice mucho. Mirar, tocar, oler a las personas es inventar de inmediato personajes. Mirar es escribir o, si quieren ustedes, escribir es mirar. Tampoco quiero, escribiendo, conocerme a mí mismo, pues con ello no descubriría más que manías. Además, me intereso poco. Y como me horroriza el éxito tanto como haber perdido el tiempo delante de una página en blanco, creo que puedo llegar a la conclusión de que debería dejar de escribir antes de que sea demasiado tarde, porque, a diferencia de Borges, yo todavía ignoro si mi destino ha de ser literario. O, mejor aún, ya sé, podría seguir escribiendo, pues ésa es una costumbre que cuesta mucho abandonar, y guardarlo todo hasta el día anterior a mi muerte. Así acabaría encontrando en la literatura el bálsamo para todos mis desconciertos, pues les aseguro que de este mundo apenas he conseguido aún entender nada. Quizás por eso use la literatura para ver cómo son los otros y, a la vez, cómo soy yo mismo. ¿No les dije? Ya he vuelto a cambiar de opinión. Pero, ¿es que acaso no es ese el fundamento de la novela, dudar, opinar siempre de dos maneras distintas, principio de todo debate? ¿Acaso una novela no empieza cuando uno dice sí y otro dice no? –
Ali Smith: Todo está conectado
'Fragua' es un libro sobre las palabras y lo que hacemos con ellas: contar historias, pero también contarnos a nosotros mismos. Entre otros asuntos, el de la identidad ocupa un lugar…
Los desafíos de producir cine en México. Entrevista a Nicolás Celis
A través de las décadas la industria del entretenimiento se ha encargado de insertar en el imaginario colectivo la figura del productor de cine como un hombre envejecido y colmilludo que se…
Richard Avedon: Un retrato preciso (que no verdadero)
Se llama Richard. Es fotógrafo. Trabaja para una revista de modas neoyorquina acaso la más celebrada del orbe bajo el mando de una editora tan legendaria como temida.…
Fragmento ejemplar de elocuencia romántica
Lo peculiar y característico de un escritor se aprecia con claridad cristalina cuando aislamos una página, un fragmento, un detalle. Siempre y cuando, claro, consideremos…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES


