Me gustan los italianos —ellos son como los grusinos:
sangre caliente y vino seco.
Me gustan las naranjas italianas
y también las de otros lugares.
Me gustan los macarrones con el nombre de espaguetis
y el sol sureño y el sur soleado.
Sueño con hijos italianos
y un esposo italiano
y el mar alrededor…
sueño en Venecia y las góndolas
y mi yate que amarrado me espera
y mis niños que van a una escuela italiana
y mi esposo italiano que alborotado conversa, como el mar. –
Elena Kazantzeva (1968): Publicó en Riga, Letonia, un único libro de poemas, en 1992.
Escritores urgidos de dinero
La pregunta de cuánto vale la literatura plantea la cuestión no solo de la subsistencia de los escritores sino de la pervivencia de una cultura.
A Christopher Domínguez
Estimado Sr. Director:Desde hace mucho, leo con asiduidad y fruición la prosa de Christopher Domínguez. Tengo en muy alta estima su talento crítico y la perspicacia con…
Los juegos de fluxus
Un hombre indeciso se monta sobre un par de zancos; otro, fuera de forma, infla una serie de globos. Alguien más perfora una mesa de ping pong. Es febrero de 1970 y una cierta…
Más lecturas sobre Ayotzinapa
¿Quién es la FECSM? ¿Por qué el Comité Central de la Sociedad de Alumnos de la Normal de Ayotzinapa le rinde cuentas? ¿Sabrán algo sobre lo ocurrido en Iguala?
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES