La caída de Constantinopla fue en 1453, no en 1463, como afirmé erróneamente en “De Bagdad a Florencia” y señaló Roberto Arellano Crespo, de quien quedo muy agradecido. ~
Hoy, como siempre, los clásicos están bajo ataque. Izquierda, derecha, religiones, sicólogos, pacatos, perezosos, dictadorzuelos, académicos, cada bando halla razones por la que no deben leerse.