Ser la de sede de unos Juegos Olímpicos solía ser un privilegio por el cual las ciudades estaban dispuestas a invertir grandes sumas. Pero este privilegio no siempre es buen negocio. Este video explica por qué.
La ciudad comienza a despertar y las calles se llenan. La pandemia pasa a segundo plano cuando la gente protesta por otra amenaza existencial. Esta es la última entrega de la serie.